Un martes por la noche, se me acercó mi tía y muy entusiasmada me cuenta que ha visto un programa de cocina. Ha aprendido una nueva receta de lasagna pero esta en lugar de fideos lleva maduro. ¡Qué plato más inusual!, pensé.
He probado la lasagna de fideos con salsa blanca y el refrito de la carne o del pollo. Pero jamás me había imaginado que a esa preparación le podría agregar maduro.
En otras ocasiones ya he preparado lasagna pero no con maduro así que decidí intentarlo.
El domingo de esa semana tendría un poco más de tiempo y tendría al perfecto conejillo de indias: mi novio. No es que quiera envenenarlo pero es que uno de los pocos que se atreve a probar mis platos sin previa referencia. Aunque esta vez tendría a mi favor una lasagna regular que había hecho anteriormente y que le encantó.
Llega el domingo y me levanto a las 9 de la mañana. Me voy con mi mami al supermercado. Lleno el carrito con todas las cosas necesarias para mi lasagna de maduro y pago la cuenta.
Llego a mi casa como a las 11:30 y muy decidida empecé a realizar mi comida. Seguí al pie de la letra las instrucciones que mi tía me había dado, que a su vez el canal de cocina le había dado. Cuando termine la preparación no tenía un aspecto tan agradable, pero supuse que el horno la ayudaría. La puse en el horno de mi tía, que vive a lado de mi casa, ya que el mío estaba dañado. Y entre miedos y emociones termine mi lasagna a las 14:00.
Mi novio apareció como a las 15:00 como habíamos quedado, dándome tiempo de arreglarme y no parecer una chef en plena guerra. Se sentó un poco temeroso a la mesa pero definitivamente le gustó porque hasta “repitute” pidió.
Así que el que desee probar su suerte en la cocina puede hacer este plato con la seguridad de que es delicioso, les dejo la receta:
No hay comentarios:
Publicar un comentario